En las fiestas del pueblo, se asusto con los cohetes, y no sabemos como, sacó el cuerpo por un agujero, pero su patita quedo enganchada. No sabemos cuanto tiempo estuvo así, pero al rescatarlo, cogeaba más y estaba muy asustado. Estuvo tomando antinflamatorios unos cuantos días, pero devolvía y ya no estaba tan alegre. Pensamos que la medicación le provocaba los vómitos y se le suspendió. Faltaba poco para que le quitaran los clavos. Por aquellos días, encontramos dos gatos callejeros, León, así lo bautizaron en la clínica - un gatazo negro de 4 kilos, había sido atropellado, y Catalina, una gatita de dos meses estaba deshidratada y desnutrida. Los llevamos a casa y estuvieron durante días en una habitación dentro de sus transportins. Braulio notaba su presencia a través de la puerta, pues no le dejábamos entrar por temor a que cogiera algún virus. Llego el día de quitarle los clavos. La operación había sido un éxito, pero su patita había perdido toda la musculatura y había que ayudarle a recuperar su movilidad. Sin embargo, Braulio seguía triste, casi no comía y apenas jugaba. Pensamos que estaba celoso de los otros gatitos. Hace unos días devolvió y observamos lombrices en su vómito. Lo desparasitamos, pero no mejoraba. Tenía gastroenteritis. Iniciamos el tratamiento, pero ayer por la noche, nos dejo. Su ausencia no sólo deja un vacío en la Casa.
De los tres gatos que durante este tiempo han compartido nuestras vidas, León tuvo que ser sacrificado, Catalina sigue recuperándose y esperamos que pronto encuentre un hogar para no devolverla a la calle.
De los tres gatos que durante este tiempo han compartido nuestras vidas, León tuvo que ser sacrificado, Catalina sigue recuperándose y esperamos que pronto encuentre un hogar para no devolverla a la calle.
Vamos a tardar en acostumbrarnos a su ausencia porque ha dejado un gran vacio.
ResponderEliminarBraulio era un gatito muy amoroso se hizo querer desde el primer día.
Ha sido un golpe muy duro e inesperado.