A esta monada persa la encontramos en un solar. Nos costo cinco noches capturarla.
Estaba muerta de miedo y aunque se acercaba a la comida que le dejabamos, huía cuando nos intentabamos acercar.
Tenía el pelo lleno de nudos y hubo que afeitarla totalmente. Solo le dejarón el pelo de la cabecita, y parecia una leona blanca. Estuvoo en un casa de acogida hata que la adoptarón. Ahora vive en Benasque junto con un gatito más.
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