La DGT prohíbe que los animales estén sueltos en el coche o que vayan en el asiento delantero porque pueden representar un peligro para la conducción.
Según la normativa vigente, el perro debe ir en un espacio separado del conductor que se delimita con una estructura metálica plegable y adaptable a todo tipo de vehículos.
Si es la primera vez que realizas un viaje con tu perro lo primero es acostumbrarle al nuevo lugar, primero dejale inspeccionar el coche en parado, y luego arrancado para que el ruido del motor no le asuste. Puede ser que el perro ladre sin motivo aparente. Para él el coche no es el que se desplaza: cree que son las cosas las que se mueven y trata de perseguirlas inútilmente.
Ante la posibilidad de que se maree, puedes darle una pastilla antimareo una hora antes de salir de viaje y no le des de comer hasta llegar a tu destino.
La colocación del perro en el coche es muy importante:
- un animal grande, se debe llevar atado, situarlo en el lado opuesto al del conductor y separarlo de los ocupantes por medio de una rejilla o armazón extensible.
- un perro de pequeño tamaño, debe ir en el asiento trasero del coche, dentro de una caja, cesta o bolsa especial para animales.
Nunca debemos poner a nuestro perro en el maletero, ya que una mala combustión del motor puede ser mortal para la mascota. A demás, los perros no transpiran por la piel, por lo que la regulación térmica debe hacerse por los pulmones y el ritmo respiratorio puede pasar de 30 a más de 200 movimientos por minuto, lo que puede ser extremadamente peligroso para su integridad física.
Nunca debes dejarle asomar la cabeza por la ventanilla, ya que ante cualquier frenazo o curva peligrosa puede desplazarse por le interior del coche de manera peligrosa. A demás pueden contraer enfermedades como otitis o conjuntivitis.
En viajes largos, cuando haya retenciones o caravanas es recomendable barjarlo del coche y dar un pequeño paseo para que le dé el aire, ya que las altas temperaturas y la inmovilidad pueden provocarle una insolación.
Si vas a parar durante un rato, hay que dejar el coche a la sombra y con las ventanillas parcialmente bajadas para que pueda respira. Si en el exterior hace mucho calor, procura no dejar al animal dentro del coche durante mucho tiempo.
Según la normativa vigente, el perro debe ir en un espacio separado del conductor que se delimita con una estructura metálica plegable y adaptable a todo tipo de vehículos.
Si es la primera vez que realizas un viaje con tu perro lo primero es acostumbrarle al nuevo lugar, primero dejale inspeccionar el coche en parado, y luego arrancado para que el ruido del motor no le asuste. Puede ser que el perro ladre sin motivo aparente. Para él el coche no es el que se desplaza: cree que son las cosas las que se mueven y trata de perseguirlas inútilmente.
Ante la posibilidad de que se maree, puedes darle una pastilla antimareo una hora antes de salir de viaje y no le des de comer hasta llegar a tu destino.
La colocación del perro en el coche es muy importante:
- un animal grande, se debe llevar atado, situarlo en el lado opuesto al del conductor y separarlo de los ocupantes por medio de una rejilla o armazón extensible.
- un perro de pequeño tamaño, debe ir en el asiento trasero del coche, dentro de una caja, cesta o bolsa especial para animales.
Nunca debemos poner a nuestro perro en el maletero, ya que una mala combustión del motor puede ser mortal para la mascota. A demás, los perros no transpiran por la piel, por lo que la regulación térmica debe hacerse por los pulmones y el ritmo respiratorio puede pasar de 30 a más de 200 movimientos por minuto, lo que puede ser extremadamente peligroso para su integridad física.
Nunca debes dejarle asomar la cabeza por la ventanilla, ya que ante cualquier frenazo o curva peligrosa puede desplazarse por le interior del coche de manera peligrosa. A demás pueden contraer enfermedades como otitis o conjuntivitis.
En viajes largos, cuando haya retenciones o caravanas es recomendable barjarlo del coche y dar un pequeño paseo para que le dé el aire, ya que las altas temperaturas y la inmovilidad pueden provocarle una insolación.
Si vas a parar durante un rato, hay que dejar el coche a la sombra y con las ventanillas parcialmente bajadas para que pueda respira. Si en el exterior hace mucho calor, procura no dejar al animal dentro del coche durante mucho tiempo.
(Texto editado por la Fundación Affinity)
